¿Y por qué no la poesía?
Sección: Recursos Pastorales
Autor: Jorge A. Blanco
Departamento de Audiovisuales Editorial
SAN PABLO
La pregunta con que se titula este
artículo pretende que nos interroguemos si ese género
literario tan admirable y particular, como es la poesía,
no puede considerarse también un útil recurso para
animar la reflexión, el juicio crítico y el trabajo de
nuestros grupos de jóvenes y adultos.
Si bien es probable que algunos esgriman
la falta de formación, conocimiento o contacto con la
poesía, también es cierto que, para utilizar este
recurso, no será necesario considerarse un virtuoso o
erudito en la materia; por el contrario, la experiencia
precisamente nos puede ayudar a familiarizarnos y
despertar nuestra sensibilidad ante el hecho poético.
A continuación, compartiremos un clásico
poema del español Antonio Machado, titulado “A un olmo
seco”, y algunas propuestas que tomaremos del libro
Poemas de siempre,
de A. Romero y R.
Mariscal, de SAN PABLO España, que nos servirá
como ejemplo de lo que estamos proponiendo:
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras
blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera también,
hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
(A un olmo seco,
Antonio Machado, 1912)
Para la reflexión personal o grupal:
-¿Conocemos al autor? ¿Qué referencias
tenemos de él? Compartamos algunos detalles de su vida:
Antonio Machado fue un poeta español
nacido en Sevilla, en 1875. Se doctoró en Filosofía y
Letras en 1918. Contrajo matrimonio en 1910 con Leonor
Izquierdo, quien falleció dos años después. En 1928, fue
elegido miembro de la Real Academia Española. Al
comienzo de la Guerra Civil Española, se trasladó desde
Madrid, donde residía con su madre, hasta la localidad
valenciana de Rocafort y posteriormente a Barcelona. En
enero de 1939, emprendió camino al exilio, enfermo y
casi ciego, y encontró la muerte en el pueblo francés de
Colliure. Principal referente de la llamada
generación del 98, su poesía fue
expresión íntima del sentimiento personal
del poeta, quien hablaba con el corazón, destacando
el protagonismo del verbo por sobre la
forma o la rima. Junto con su hermano Manuel, también
escribió teatro. Entre sus obras más destacadas, figuran
Soledades, galerías y otros poemas (1907),
Campos de Castilla (1912) y Nuevas Canciones
(1924).
-También sería conveniente aclarar o
recordar que un “olmo” es un árbol
de la familia de las
Ulmáceas, que crece hasta veinte metros
de altura,
con tronco robusto y derecho, de corteza gruesa y
resquebrajada, copa ancha y espesa, hojas elípticas,
flores precoces de color blanco rojizo y frutos secos.
Abunda en España y
se ha propagado por el
hemisferio norte y sur,
dado su buena
sombra y su excelente madera.
-Repitamos la lectura del texto y
señalemos las sensaciones, los sentimientos, los
recuerdos que nos ha suscitado esta poesía.
-¿Cuál es la idea central que desarrolla
el poeta y qué mensaje nos desea transmitir? ¿Cuáles son
los temas que se desprenden (por ejemplo, la esperanza,
la vida, la ilusión, la confianza, etc.)?
-Los biógrafos de Machado indican que
creó esta poesía en 1912, al observar
un olmo centenario que estaba afectado
por un hongo que lo había marchitado y que acabaría con
su vida, mientras paseaba
con su esposa enferma de tuberculosis en busca de aire
puro. ¿Creemos que pudo establecer un paralelo entre
ambas situaciones? ¿Por qué?
-¿En qué detalle de aquel olmo ruinoso
fija su atención, detiene su mirada y encuentra la
inspiración el poeta? ¿Qué mensaje y testimonio nos deja
en esta obra?
-¿En qué medida creemos que el autor ha
proyectado su sensibilidad y sus sentimientos de
esperanza y optimismo?
-Popularmente, se suele asociar la
esperanza con el color verde. Del mismo modo, se
relacionan otros colores. Expliquemos con nuestras
palabras estas otras expresiones y pongamos algún
ejemplo para graficarlas: “Llevar una vida gris”, “ver
las cosas color de rosa”, “una vida de colores,
etcétera.
-Recordar si hemos conocido o vivido
casos de difícil solución al inicio y que luego
terminaron felizmente.
-Individual o grupalmente, extraer del
poema tres aplicaciones para nuestra vida cotidiana, de
acuerdo con lo que hemos reflexionado.
*Fuentes principales:
ROMERO, A. y MARISCAL, R.,
Poemas de siempre, SAN PABLO España, 1996.
Fuente: Revista
on line de Editorial San Pablo, Buenos Aires - Argentina |